EXCLUSIVA| Fumigada al llegar con agua y vinagre: La disciplina militar de la nueva carrera de Tamara Falcó
La marquesa de Griñón ya ha comenzado su curso de cocina en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu.
Tamara Falcó fue el fichaje sorpresa de la cuarta edición de ‘Masterchef Celebrity’ y ganó. Pero su paso por el talent culinario no sólo le dio una nueva oportunidad de estar en televisión, también se llevó el premio después de aprender de cocina y cogerle el gusto a estar entre los fogones. Un año después, y tras haber presentado un el programa ‘Cocina al punto con Peña y Tamara’, la marquesa de Griñón anunciaba, un año después de ganar el programa, que quería seguir ampliando conocimientos en esta materia que tanto le había gustado. Como no podía ser de otra manera, la hija de Isabel Preysler ha elegido la mejor escuela de cocina, Le Cordon Bleu, para formarse como cocinera profesional realizando dos de los cursos, como publicó en exclusiva LOOK el pasado mes de noviembre: el de cocina francesa y el de pastelería.
Entre los puntos exigidos en el reglamento interno está la uniformidad y la puntualidad/Gtres
Pues bien, Tamara ya ha empezado el curso. Su primer día de clase fue el jueves 7 de enero, así se dejó ver llegando a la escuela cumpliendo con la normativa de la misma que no es otra que con uniforme reglamentario y su maletín de cuchillos, que ya recogió hace unas semanas cuando hizo efectiva la matrícula. Iba seria, a pesar de llevar la mascarilla reglamentaria y con la mirada al frente, sabedora de lo que le esperaba al cruzar las puertas del centro: «El funcionamiento de una cocina profesional está inspirado en el ejército», nos cuenta en exclusiva uno de los alumnos. Y ella va a tener que ‘sufrir’ esta disciplina como cualquiera de sus compañeros y que va más allá de la que ‘padeció’ durante su participación en ‘Masterchef’.
Severa y prestigiosa
Antes de empezar el curso, los alumnos reciben una serie de instrucciones para poder llevar a cabo el buen funcionamiento interno de la escuela. Y esto incluye puntualidad -con la única concesión de poder llegar tarde los 15 minutos de cortesía-, la permisividad de una serie de faltas de asistencia, a ser posible siempre justificadas salvo excepciones, la uniformidad y comportamiento.
Respecto a las normas de conducta, el reglamento es tajante: nada de teléfonos móviles, prohibido hacer fotos, no se puede llevar ordenadores, no se puede comer, tan solo ingerir bebidas -por supuesto el alcohol está prohibido- y solo se puede fumar en las zonas habilitadas para ello. Y por si hay alguna duda, se advierte: en casado de no respetar algunos de estos puntos reiteradamente, habrá una amonestación directa al alumno.
El curso tiene clases teóricas y prácticas en las que el alumno debe de replicar el cocinado realizado por el chef. Un cocinado que posteriormente se califica/Gtres
El curso se divide en la clase demo (3 horas diarias de demostración por parte del profesor) y la prácticas (2 horas y media de cocinado y media hora para limpieza). La uniformidad es clara, mientras que para la clase de teoría (demo) Tamara debe vestir chaquetilla, pantalón y zapatos de seguridad, en las de prácticas además, tendrá que llevar delantal, paño de cocina, calot (gorro bajo) y redecilla. Por si fuera poco se exige ir sin joyas, con las uñas cortas y sin esmalte, y sin maquillaje. Hay que marcar las prendas por dentro, que el uniforme debe ir limpio y debidamente planchado, el bajo de los pantalones cortado y cosido, y los calcetines tienen que ser a media pierna o largos. Y aunque hasta la llegada del COVID se advertía que no se fuera vestido de casa, con las medidas tomadas tras la pandemia, esto ya está permitido. De ahí que en su primer día, Tamara luciera el uniforme desde su llegada al centro.
Respecto al maletín con los cuchillos, la escuela provee del suyo a cada uno de los alumnos. En la normativa se avisa de tener cuidado con su manejo, revisar para que esté el juego completo y llevarlos marcados para distinguirlos entre un compañero y otro del curso, al igual que el maletín en el que van.
Así son las clases
En las clases demo, de tres horas de duración, el chef prepara varias elaboraciones ayudado por un asistente de producción. En el reglamento interno se especifica como gorro alto VS gorro bajo o calot. El alumno deberá llevar impresa la lección del día, y un cuaderno para tomar notas. Tras la demo se realiza la degustación.
¿Quién catará los platos de Tamara tras cada práctica?/Gtres
Seguidamente comienza la clase práctica, en la que el alumno pasa a cocina para realizar una réplica del preparado que ha hecho el chef, siguiendo los apuntes cogidos en la clase. Durante la práctica, el chef realiza lo que denominan «clases particulares», es decir, pasean por el aula resolviendo dudas, y supervisando el trabajo que luego califican de 0 a 5, generando una nota media trimestral. Para llevar a cabo estos criterios de evaluación el chef tendrá en cuenta la presentación, la aplicación de las técnicas, la higiene, la organización y el trabajo en equipo. Algo que Tamara ya conoce, después de su participación en el concurso de cocina. Y por si acaso tiene dudas, la escuela lo deja claro: «El secreto para aprobar está en practicar mucho».
Por último, Tamara se llevará sus elaboraciones a casa en los propios tuppers que lleve a la escuela, raciones para 4 personas. ¿Quién hará las catas?. Por el momento, y según nos confirman, la primera clase de la marquesa de Griñón en Le Cordon Bleu consistió en cortar verduras.
Refuerzo con medidas anticovid
Como el resto de trabajos y centros escolares y de estudios superiores, Le Cordon Bleu también se ha adaptado a las medidas contra el coronavirus para salvaguardar la seguridad de alumnos. La disciplina militar de la escuela de cocina ha sufrido un giro de 180 grados con el protocolo anticovid. Como ya adelantó este digital en su momento, el número de alumnos por clase había mermado a 8. La mitad de los que habitualmente acogía cada curso. Pero además, y como dato curioso, al entrar en el centro se aplicará al uniforme, zapatos, maletín, etc., un aerosol (de agua y vinagre) para desinfectarlos y el alumno tendrá que cambiar la mascarilla que lleve por una de las que les proporcionará la escuela. Solo accederán a los vestuarios para cambiarse los zapatos de calle por los de seguridad y para dejar sus enseres personales, en caso de tener clase práctica el mismo día.
De igual manera la escuela deja claro que es obligatorio el uso de las mascarillas, así como la higiene frecuente de manos y guardar la distancia social. El centro ha implementado la limpieza y la ventilación de las aulas y lugares comunes y, en caso de positivo, se aplicarán los protocolos de la Comunidad de Madrid para los casos de contacto estrecho.